Mujeres que corren con los lobos - Cuento 9





LA VUELTA A CASA: EL REGRESO A SÍ MISMO

En el cuento, la narradora recuerda su infancia en los bosques del norte, donde percibía el paso del tiempo de manera diferente a las cuatro estaciones convencionales. Cada fenómeno natural representaba para ella una estación única y especial que influía en la naturaleza, las mujeres y los niños, quienes se conectaban instintivamente con estos ciclos. El relato destaca la importancia de reconocer y honrar los ciclos naturales y espirituales de las mujeres, en contraposición a la simplificación de solo tres etapas en la vida femenina.

Piel de foca, piel del alma

Un hombre solitario que, en un entorno gélido y mágico, descubre a unas mujeres danzando en una roca, aparentemente seres sobrenaturales hechos de leche de luna. Fascinado por su belleza, el hombre roba una piel de foca de ellas. Poco después, el hombre se dirigió a la mujer que le robó el traje y le insistió a que aceptara ser su esposa, al no obtener respuesta el hombre dijo que le devolvería su piel de foca si aceptaba, inmediatamente la mujer entre dientes aceptó ir con él. Pasados los 7 años, la mujer y el hombre tuvieron un hijo llamado Oruck, pero también la mujer fue empeorando de salud por no estar en la naturaleza que corresponde, es así que su piel se ha secado, sus ojos estaban resecos hasta el punto de no poder ver, etc. Después, la madre al darse cuenta de su cambio físico se dirigió al hombre exigiendo que le devolviera su piel de foca, pero el hombre se negó por miedo a que le abandonara a él y a su hijo, al final el padre se marchó con la piel lejos de casa. Al siguiente día Oruck escuchaba voces, el siguió el sonido hasta encontrarse con la piel de foca de su madre, lo agarró y se le entregó a su madre, mamá se colocó su piel y estaba por marcharse, el niño entre lágrimas dijo que no se fuera, y su madre lo llevó por un breve tiempo al fondo del mar, después el niño regreso a la superficie. Al paso del tiempo Oruck se convirtió en un excelente cantante y siempre que podía se encontraba con su madre foca en el mar.

La pérdida del sentido del alma como iniciación

En el cuento la foca es representada como el alma salvaje y la naturaleza instintiva de las mujeres. La historia narra cómo un hombre solitario roba la piel de foca de una mujer, impidiéndole regresar al mar. Ella acepta casarse con él y tener un hijo, pero con el tiempo empieza a deteriorarse físicamente al estar separada de su verdadera naturaleza. El cuento explora la idea de que en el proceso de individuación hay al menos un robo significativo, ya sea de una oportunidad, del amor, del espíritu o del desarrollo propio. Este robo suele ocurrir cuando la persona está en un estado de ingenuidad o inexperiencia, dejando su alma vulnerable. Sin embargo, este robo, aunque doloroso, puede convertirse en una oportunidad de iniciación arquetípica si se logra recuperar el tesoro robado. Esto desarrolla cuatro aspectos vitales: fortalece la determinación de recuperar la conciencia, aclara qué es lo más importante, genera un plan para liberarse psíquicamente y desarrolla la naturaleza medial que puede atravesar el mundo del alma y el mundo humano.

La pérdida de la piel

El desarrollo del conocimiento en los cuentos de hadas como "Barba Azul" y "Piel de foca, piel del alma" se inicia con sufrimiento y engaño, conduciendo al descubrimiento del poder y la profundidad. Estos relatos, protagonizados por mujeres, proporcionan instrucciones sobre cómo comportarse en situaciones de captura y cómo escapar del cautiverio. La piel en estos cuentos simboliza un estado emocional y espiritual intrínseco a la naturaleza salvaje femenina, fundamental para mantener la integridad y la vitalidad de la mujer. La pérdida de esta "piel del alma" puede ocurrir por diversas razones, como el perfeccionismo, la ambición ciega o la falta de autocuidado, y resulta en un alejamiento del hogar espiritual. Para recuperar y conservar esta piel, es esencial mantener la conciencia de su valor, proteger el territorio psíquico y responder a la llamada interior de regreso a casa. Este ciclo de ida y vuelta es innato y necesario para la renovación psíquica y la supervivencia espiritual de las mujeres.

El hombre solitario

El cuento del "Hombre solitario" explora la dinámica entre el ego y el alma a través de una narrativa en la que un hombre roba la piel de foca de una mujer, representando el ego que intenta controlar el alma. En los cuentos, los personajes cambian de género, destacando que el proceso es más importante que el género. El ego se describe como una entidad que se desarrolla con las influencias externas y busca satisfacer sus propios apetitos, a menudo limitando y dominando al alma. Sin embargo, en la madurez, el alma comienza a guiar la vida, relegando al ego a un papel secundario. A pesar de su naturaleza limitada y materialista, el ego anhela la luz del alma y busca una relación con ella. La interacción entre el ego y el alma es esencial para el aprendizaje y el crecimiento en el mundo exterior. El matrimonio entre la mujer foca y el hombre solitario simboliza esta relación temporal y servil, que finalmente produce un "hijo espiritual", representando la integración y armonización de la vida exterior con la naturaleza salvaje interior. A medida que la mujer madura, el ego debe ceder el control al alma, logrando una coexistencia enriquecida y equilibrada.

El hijo espiritual

El cuento "El hijo espiritual" describe cómo la unión del ego y el alma produce un hijo espiritual, una entidad que conecta el mundo exterior con el alma y facilita la transmisión de mensajes entre ambos. Este hijo simboliza una nueva vida y una pequeña llama que arde en condiciones difíciles, impulsando a la mujer a seguir adelante, resistir y encontrar su camino. En cualquier circunstancia, este hijo espiritual y el llamado del mar siempre están presentes, recordándonos la necesidad de regresar a nuestro verdadero hogar espiritual y realizar tareas importantes para equilibrar el mundo.

La resección y la lisiadura

Describe cómo la depresión y la confusión en las mujeres a menudo surgen de una vida del alma restringida, donde la creatividad y los impulsos naturales son reprimidos. Estas restricciones culturales pueden convertir a las mujeres en versiones limitadas y tullidas de sí mismas, forzándolas a parecer completas mientras internamente se desmoronan. Los sueños con animales heridos reflejan este estado de lisura psíquica y la desconexión de la naturaleza salvaje. La recuperación requiere un retorno a la esencia instintiva y creativa, permitiendo que la vitalidad y la integridad del alma se restauren.

La llamada del Viejo

Aborda cómo una voz interna profunda, similar a un grito del mar, impulsa al individuo a regresar a su verdadera naturaleza psíquica, especialmente en momentos de crisis. Este llamado del alma se manifiesta en sueños y se intensifica cuando la persona está abrumada por estímulos positivos o negativos, sugiriendo un retorno a casa. La narrativa resalta la figura del hijo espiritual que, respondiendo a este llamado, encuentra el camino de regreso, simbolizando la inquietud y el anhelo que experimenta una mujer cuando se ha alejado de su esencia. La historia enfatiza la importancia de escuchar y responder a esta voz interna para evitar el daño psíquico y restaurar la conexión con la naturaleza salvaje y creativa.

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